Una correcta eliminación de los flejes no solo libera espacio en los contenedores de residuos, sino que también reduce el riesgo de accidentes ocasionados por estos materiales.
Los flejes plásticos son esenciales para el embalaje y el transporte. Sin embargo, una vez utilizados, se convierten en residuos difíciles de manejar.
Con frecuencia terminan en contenedores de residuos mezclados, que se llenan rápidamente y deben vaciarse con frecuencia. Esto se debe principalmente a su volumen, el cual puede reducirse con el equipo adecuado.
Los flejes sueltos no solo saturan los contenedores, sino que también pueden enredarse en las ruedas de carretillas elevadoras o transpaletas, provocando retrasos en la operación y posibles accidentes laborales.
Separar este tipo de residuos desde su origen es la manera más efectiva de mantener el orden y aumentar la eficiencia del personal. Una cortadora de fleje ayuda a eliminar estos riesgos y contribuye a un entorno de trabajo más limpio y seguro.
Guarda los flejes usados en una bolsa resistente. Cuando la bolsa esté llena, colócala directamente en una empacadora Mil-tek, que compactará su contenido y reducirá su volumen hasta en un 90 %.
El fardo compacto se puede enviar a una planta de reciclaje, donde se triturará, lavará y procesará para eliminar impurezas. Una vez reciclado, el material puede reutilizarse en la fabricación de nuevos productos plásticos.
En instalaciones que utilizan frecuentemente carretillas elevadoras o transpaletas, el volumen de flejes y embalajes de plástico suele ser considerable. El problema surge cuando estos residuos ocupan espacio valioso dentro de los contenedores, obligando a cambiarlos con mayor frecuencia y generando costos adicionales innecesarios.
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